En la mitología griega, las Musas (Μοσαι) eran las diosas de la música y la poesía que vivían en el Olimpo. La palabra mousa significa literalmente “canción” o “poema” y es origen de las palabras museo y música (arte de las Musas).
Se les atribuye el poder de traer a la mente del poeta mortal los sucesos que ha de relatar, así como de otorgarle el don del canto y de dar elegancia a lo que recita.
Al ser diosas del canto, se las relaciona con Apolo, el dios de la lira, a quien se atribuye la condición de Musageta (Μουσαγέτης o jefe del coro de las Musas).
El culto a las Musas señala originalmente a Pieria (Tracia), al pie del monte Olimpo, desde donde fue introducido en Beocia, que se convirtió en el centro de adoración de las nueve Musas. Desde Beocia se extendió más tarde a las regiones helénicas adyacentes. En el siglo II aC los romanos habían invadido la mayor parte de Grecia y ya habían quedado cautivados por la cultura y el arte helénicos. Después de la toma de Ambracia en 189 aC, parece que Marco Fulvio Nobilior tomó las estatuas y se las llevó a Roma donde las Musas tuvieron un altar en común con Hércules, que también era considerado Musageta: el templo fue construido por Marco Fulvio en 187 aC con aquellas esculturas y recibió el nombre de Aedes Herculis Musarum, el mismo que Servio y Plutarco llamaron Aedes Herculis et Musarum. Los restos de este templo se han encontrado en la zona del Circo Flaminio: la inscripción “M. Fulvio M.f. Ser. n. Cos Nobilior. Ambracia cepit” puede corresponder al pedestal de una de las citadas estatuas. Aunque el magistrado Q. Pomponio Musa es desconocido para la historia, la elección de Hércules y las nueve musas como diseño de estos tipos de moneda permite claramente relacionar estas emisiones con su apodo.
Las Musas
Aunque algunos autores las han considerado hijas de Urano y Gea, la opinión más comúnmente aceptada es que eran hijas de Zeus y Mnemósine, diosa de la memoria.
Al referirse a las Musas, Homero habla a veces en singular y otras veces en plural, pero sólo en una ocasión dice que eran nueve (Odisea XXIV 60). Hesíodo es el primero que precisa sus nombres (Teogonía 77 ss).
Calíope
Καλλιόπη, la de bello rostro, es la musa de la poesía épica y de la elocuencia. Se le representa con las características de una muchacha de aire majestuoso, llevando una corona dorada, emblema que según Hesíodo indica su supremacía sobre las demás musas. Se adorna con guirnaldas, llevando una trompeta en una mano y un poema épico en la otra. También puede aparecer con una tablilla y un estilete; a veces, con un pergamino.
Clío
Κλειώ, la que celebra, es la musa de la historia y aparece sentada, con un pergamino abierto o un cofre de libros. A estos atributos se une a veces el globo terráqueo sobre el que posa y junto al que se encuentra el Tiempo, para mostrar que la Historia abarca todos los lugares y todas las épocas. A veces sus estatuas llevan una guitarra en una mano y un plectro en la otra.
Erato
Ἐρατώ, la amable, es la musa de la lírica y de la poesía amorosa y lleva una lira. En las representaciones más frecuentes, va coronada de mirto y de rosas, llevando una pequeña cítara entre sus manos, instrumento de cuerda que ella misma inventó. En otras iconografías se la representa llevando una flecha de oro, como reminiscencia del sentimiento que inspira. A sus pies, generalmente hay dos tórtolas picoteando y a veces, a su lado, la acompaña Eros provisto de un arco, flechas y carcaj; otras veces de una antorcha encendida.
Euterpe
Ευτέρπη, la muy placentera, la de trato agradable o la de buen ánimo) es la musa de la música. Por lo general se la representa coronada de flores y llevando entre sus manos el doble-flautín. En otras ocasiones se la representa con otros instrumentos de música: violines, guitarras o tambor.
Melpómene
Μελπομένη, la melodiosa, es la musa de la tragedia. Generalmente lleva en la mano una máscara trágica como su principal atributo; en otras ocasiones empuña un cetro, unas coronas o un puñal ensangrentado. Va coronada con una diadema y está calzada de coturnos. También se la representa apoyada sobre una maza para indicar que la tragedia es un arte difícil que exige un genio privilegiado y una imaginación vigorosa.
Polimnia
Πολυμνία, la de muchos himnos, es la musa de la poesía sacra y de la geometría. También se le considera musa de la retórica, de la pantomima y de la mímica. Se la suele representar vestida de blanco, recostada o apoyando el codo sobre un pedestal o una roca, en actitud de meditación con un dedo puesto en la boca. Otras veces, se la representa llevando unas cadenas como símbolo del poder que ejerce la elocuencia. En otras representaciones, aparece cubierta por un velo, mostrando su carácter sagrado.
Talía
Θάλεια, de θάλλεω, florecer, es la musa de la comedia y de la poesía bucólica o pastoril. Era una divinidad de carácter rural y se suele representar como una joven risueña, de aspecto vivo y mirada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica y un cayado de pastor, una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad y calzada de borceguíes o sandalias.
Talía era también la ninfa del monte Etna y la mayor de las tres Gracias. En esta segunda condición, presidía los banquetes y demás festividades, otorgando los dones de la abundancia y la fertilidad. En las representaciones artísticas se distingue por ser la única de las tres que lleva flores en la cabeza o enredaderas en sus ropajes. En otras obras aparece completamente vestida, en comparación con sus otras dos hermanas, que aparecen desnuda (Áglae) o semidesnuda (Eufrósine).
Terpsícore
Τερψιχόρη, la que deleita en la danza, es la musa de la danza y del canto coral. Aparece con un instrumento musical de cuerda (la lira o la viola) y a veces bailando. En algunas leyendas, Terpsícore y Forcis aparecen como los progenitores de las sirenas (divinidades marinas dotadas de una maravillosa voz), que osaron competir con las musas. Derrotadas y avergonzadas, las sirenas se retiraron a las costas de Sicilia donde, con su canto, ejercían tan poderosa atracción sobre los marinos, que éstos no podían evitar que sus navíos se estrellaran contra las rocas.
Urania
Ουρανία, la celestial, es la musa de la astronomía y de la astrología y la menor de todas ellas. Comúnmente se la representa vestida de azul, color que representa la bóveda celeste, teniendo cerca de sí un globo terráqueo, en el que mide posiciones con un compás que lleva en una de sus manos. Tiene una corona o diadema formada por un grupo de estrellas, de las que también su manto va repleto. A sus pies, se encuentran esparcidos algunos instrumentos de matemáticass, razón por la cual algunos la consideran musa de las matemáticas y de todas las ciencias exactas.